¡UNA FANÁTICA EN NUESTRO PROPIO DEPARTAMENTO!

Estaba corrigiendo unos exámenes en el departamento, en los pocos huecos que nos ha dejado este maldito horario cuando, de pronto, noté cómo una sombra cruzaba fugazmente la ventana abierta, una corriente de viento, algo que me pareció un suave maullido. La puerta se cerró de un portazo, y pude notar como una presencia detrás de mí. Me volví y allí estaba ella, sonriente, con el cómic en la mano. Era mi compañera Ana. Ana Melgar. Solo me dijo una palabra: "Blacksad". En ese momento me di cuenta de que no sabía demasiado sobre ella:

ENTREVISTA:

    ¿Te consideras aficionada a los cómics en general?

Sí, siempre me han gustado.

¿A qué edad empezaste a leerlos?

Creo que el primero fue a los siete años. Todavía lo conservo, fue Astérix el Galo, me lo regalaron mis padres.

    ¿A esa edad ya eras lectora? ¿Qué fueron antes: los cómics o los libros?

Primero fueron los libros. Recuerdo cómo me entusiasma la colección El barco de Vapor o la rara sensación al adentrarme el las páginas de Estefanía, de Marcial Lafuente

         ¿Cómo descubriste este cómic en concreto? ¿Fue este el primero o ya te habían interesado otros?

El hermano de mi compañero de piso, que era mayor, un poco hippie y muy interesante, vivió con nosotros unos días. Traía sus cómics. Me empezó a hablar del grafismo, de los dibujantes de Blacksad. Le ponía tanta pasión que me decidí a echarle un vistazo. El enganche fue instantáneo. 

¿Por qué? ¿Qué dirías que tiene de especial? ¿Para que edad crees que es recomendable?

Bueno, los dibujos son fantásticos. La potencia visual de esos animales antropomórficos enredados en una trama de novela negra son un cóctel infalible. Cada cuento está dominado por una tonalidad diferente, como una atmósfera especial que marca la historia. Tiene acción, trata temas sociales: la segregación racial, las corruptelas de las instuciones, la sombra omnímoda del poder. Diría que a partir de 16 años, Blacksad es una lectura más que recomendable. Ah, además son españoles, aunque hayan triunfado en los EEUU y tengan producción en Francia.

Descríbenos a sus personajes ¿Cuál es su historia?

En general se ciñe al género de novela negra policial. Blacksad es el detective. Su forma felina lo caracteriza de alguna forma, como al resto de los animales que aperecen. La simbología es una aspecto fundamental. Blacksad es un superviviente, mortificado por traumas infantiles que van apareciendo en las distintas historias. En ese sentido, va de justiciero, como otros tantos héroes de ficción.

     ¿Tienes algún número preferido de la colección?

     Sin duda, Artic Nation, el segundo, es uno de mis preferidos. Aquí se ve lo que te decía de la simbología de los colores. Es una historia de racismo, del Ku Klux Klan, hay una niña negra secuestrada, Kyle. El color blanco del ártico representa esa tensión racial del poder de los blancos. 

Bueno, finalmente ¿qué otros cómics recomendarías? ¿Alguno que creas que debería estar en la biblioteca del instituto?

Recomendaría Naruto, japonés, no porque me guste, sino porque es una de las tiras que más sensación está causando entre los jóvenes. En cuanto a la biblioteca: los clásicos. Un buen Capitán Trueno siempre es una buena compañía.

Estaba a punto de hacerle otra pregunta. Sentí un escalofrío y alargué el brazo para coger el abrigo que estaba a mi derecha. Cuando volví a levantar la mirada Ana ya no estaba allí. Me levanté, salí al pasillo, pregunté a los de Tecnología, a los de Matemáticas. Me dijeron que Ana no había venido ese día a trabajar, que avisó a primera hora de que estaba con una gripe de caballo. Me sonreí. De caballo, como uno de los personajes de Blacksad. Tengo que averiguar quién es verdaderamente esta Ana.